domingo, 27 de diciembre de 2009

la batalla de los días




me preocupa saber

que vine hasta este mundo

sólo para hacerte reír

para ganarle al vacío

la batalla de los días

que se repiten

iguales

infinitos

donde podemos

plantar un árbol

tener un hijo

escribir un libro

donde creo ser siempre

la respuesta a todas tus preguntas

incluso las menos acertadas



sacame del ombligo de tu mundo

antes que una gota nos inunde



miércoles, 9 de diciembre de 2009

último sapito del año





finaliza el 2do. año del ciclo que tantos puentes ha levantado
han pasado muchos poetas, muchas bandas, muchos solistas
muchas noches, mucha agua por el río que no para de sonar


este martes 15, celebramos el cierre con bombos y platillos
poetas que nos traen sus lecturas viscerales, tímidas, como relámpagos
y la música, de la mano del incomparable Dany Hokama compartiendo la fecha con su humilde interlocutor, quien les escribe, en forma de SOYdePLUSH.




los esperamos con canciones y abrazos !
hasta el año que viene !



martes, 3 de noviembre de 2009

un bicho raro


(esto bien podría ser un fragmento de algo
... todavía no defino bien de qué)






(…) Giro mis dedos veloces sobre un boleto de colectivo, quiero romper el record del aburrimiento a las 4 de la tarde en lo más sórdido de un bar al que no tengo la menor idea de cómo llegué. Sobre un ventanal el nombre fileteado, escrito al revés de mis ojos, un rayo de sol que se escurre tímido por el ombligo que muestra sin vergüenza la letra “O” que bien puede ser de ombligo, de oro, de otoñal, de ornitorrinco y yo pienso de paso, mientras el sol me despeina o en realidad me despeino yo con los ojos fijos en el reflejo y en su fuerza atronadora de miradas, a quién se le dio por mezclar un pato con un castor y pienso sobre ese pensamiento, en lo lento que se prepara el café, la ceremonia Colombiana, el apuro del caracol y su camino baboso sobre una mesa en la que apuesto lo que queda en mi bolsillo, a que yo babearía más mientras me aburro y espero. Ahora bien, pienso de nuevo, no sé si estoy esperando algo que no pedí o tan sólo tengo recuerdos viejos de un tipo como yo ya sentado en esta misma posición sobre una mesa posiblemente igual a ésta y sin dudas, con la camisa también mojada por los 43 grados a la sombra del cemento patricio y mis papelitos que se despliegan sobre la mesa cuando espero entre otras cosas, al amor de una mujer, su cuerpo y su misterio. Y cuando digo amor, hablo de ese preciso instante en que uno no nota la maravillosa función de la química del cuerpo, de la sutil sinapsis en la que ciertas neuronas (previamente enamoradas) se disparan información entre ellas para que luego el cerebro en su parte más sensible y sabrosa termine por tallar en las paredes del inconsciente datos inútiles, pero no por ello hermosos, como ser la ropa que llevaba puesta esa primera vez la muchacha en cuestión o la facilidad con la que pronuncia nombres de ciudades que orillan el río Rin, arqueando levemente la lengua, formando un agujero negro, parecido al anillo de los Nibelungos y ni hablar de poner atención en la elasticidad que tiene una fracción de segundo cósmico comparado con el andar de sus piernas al caminar, sobre todo cuando se va. Y hablo de amor y me refiero directamente a ese instante en el que uno no nota lo mayúsculo y realmente supremo que explota en silencio entre libros de medicina y un croquis de los huesos del cuerpo humano, sino al momento en el que se cae en el lugar común de un tipo que suele doblar boletos cuando espera un café en algún bar, hablo de calores en la zona de la papada o bien transpiración acaudalada en las palmas de las manos, en los chivos de macho cabrío y sobre todo, en la zona etérea, allí donde la vergüenza se parece a una dama desnuda y con barba. Es en esa pose cursi, de amateur agitado, donde se nos trepa el amor por el árbol de lo imprevisible y se nos caen las hojitas, incluso la de Adán, como si fuera el mejor de los otoños, el más esperado por el calendario, el más marrón que las fotos pueden retratar. Y ahí va la daga, mortal, empedernida, llena de un perfume que tapa con su sábana al mismísimo Jardín Botánico y sus alrededores, y allí va, la ves, la veo, el dolor en forma de arrugas sobre la sábana cuando el día ya se hizo de día y cuando las notas en la heladera hablan en un idioma parecido a las escamas que abandonan la piel, al aliento en el espejo del baño que se desvanece, al humo del café mientras gira perdido en la inmensidad de la memoria del mozo que parece haber notado todas las mesas del bar menos la mía, en el veneno de… – De un ornitorrinco – decís con firmeza y revoleo los ojos con la boca en pausa abierta y mi dedo índice derecho relampagueando al nivel del mar de una pareja que se escabulle junto a la ventana que da a la calle Corrientes. Y puedo decir recién ahora que es Corrientes por la manera en que el sol se dibuja entre los edificios y por las mareas incesantes de peatones con cara de gente con corazón de melón y con más enero en la piel de cemento que todo el ejercito completo de mozos de bolichitos, fondas y barcitos de mala muerte sobre esta avenida que es una larga sombra, cuna de escritores, de putas, corridas nocturnas y anécdotas que han dado forma no sólo a la curva del tiempo sino también a la de mi boca que se percata de tu presencia, ahora al verte ahí parada casi invisible y con una florcita colgando de tu minúsculo par de dedos, y digo par porque me refiero a tus minúsculos pulgar e índice que aprietan ese tallo como si de ello dependiera la fuerza gravitatoria de la Tierra, como si al soltarlo se caigan todos los planetas sobre mi terraza destruyéndola y por ello tengamos una nueva y aburrida reunión de consorcio a la que seguramente no iría ni la mitad de mis vecinos. Y sigo doblando el boleto hasta que se vuelva una pelota de trapo o el propio Dios, o hasta que mis dedos sean las piernas de un corredor que se prometió cuando era niño cubrir la distancia entre Berazategui y Pekín, tan sólo por amor a las promesas o porque algún sponsor jugoso bancaba ese tipo de locuras. Y te acercas dos centímetros más hasta mi mesa – los ornitorrincos machos desprenden veneno de sus patas posteriores – sentencias. Y yo miro con delicadeza oriental mi origami improvisado con un boleto del colectivo 93 y pienso en todas las tardes, en todos los cafés, en todas las charlas, en todos los campeonatos apertura y clausura que espere una cachetada como ésta. Algo que me blandee por una ventanilla a 200 kilómetros por hora, velocidad en donde tu cara bien puede ser la postal del rincón más inhóspito de mi cerebro, generalmente donde se guardan las cosas que creo no recordar, como las fechas de cumpleaños de mis ex novias. Y creo que dijiste algo sobre un ornitorrinco y me rasco la cabeza mientras sonrío porque amo las coincidencias. – ¿Por qué me hablas de ornitorrincos linda? ¿me lees los pensamientos ahora? ¿acaso también estarás leyendo el piropito que te estoy por largar desde lo más profundo de la bragueta de mi corazón? – dije en tono canchero y pedante, dando a saber el vacío generacional que seguro nos separa, y ni hablar de ese desarraigo del barrio o del pueblo, cuando el estudio o la vida nos obliga a cambiar campo por asfalto, ilusiones por cuentas. Y ni hablar de esos dedos de niña grande que amanecen entre sus manos, apretando todavía ese tallito de flor agonizante que podría ser una metáfora hermosa de la rosa que cuidaba tanto le petit prince, como me gusta decir en mi Francés de Villa Urquiza, pero no, seguramente lo poético no se encuentre en ese delicado gesto o en mi velocidad para pintar retratos, sino en sus ojos, ahí debe permanecer como un animal herido la poesía, la más pura y concreta, la que es como la sangre espesa y derramada que marca el territorio de los que tienen hambre, de los zorros viejos, como yo.

– Me llamo Gala – me decís. Y yo pienso que Gala es un nombre hermoso. Y también pienso que me gustaría que vivamos un amor turbulento, que dure apenas un estornudo, un aleteo de colibrí, un pestañeo rápido a la defensiva de cualquier flash fotográfico, que sea de esos amores que te dejan en cama por semanas una vez que se terminan. Quiero hablarles a mis amigos sobre mis distintas victorias y sobre todo acerca de mi mejor derrota amorosa con Gala. No con Clara, ni con Laura, ni con Carito… con Gala. Ya sólo el hecho de pronunciar tu estoico nombre, me da un relámpago en el espinazo producto de la emoción o de un descuido de Zeus y sus derrapes en el Olimpo, porque pienso que la grandeza de los dioses también yace en la inmensa capacidad de cometer errores. Pero volviendo a tu nombre, a tu piedra filosofal, a tu escudo de armas, vuelvo a dejar en claro que el peso de esas cuatro letras combinadas cae sobre el cielo de mi acostumbrada lengua a decir los nombres de siempre. Siento tu nombre que me pisa los talones y todo el manojo de frases hechas que siempre me guardo en la manga, siento que quedo indefenso, venido al mundo por vez primera, en posición fetal, sietemesino. Y qué paradoja, creerte una Troyana de piel aceitunada, comiendo del vientre de tus enemigos, mandando al carajo a oráculos y a viejos sabios por igual, cagándote en las constelaciones y en los movimientos cíclicos de las mareas y verte ahí con tus ojos poblados de preguntas, como si fueran una tropa de arqueros listos para disparar, como si fuera la vez primera que hablas y tu primera palabra no sea papá ni mamá, sino ornitorrinco y me hables del veneno con tanta dulzura y cautela y ya no sé si esto lo estoy pensando de más o bien está pasando ahora en mi mesa mientras sigo esperando un café que en su ausencia me regaló a un ángel (…)



CONTINUARÁ...


miércoles, 28 de octubre de 2009

el manteca polvo gol







me acuerdo

que en una época

te ponías las pilas



te bancabas como una reina

ñoquis con mi familia

rituales inevitables

fotos familiares

y anécdotas repetidas



todo valía la pena

para el mejor polvo dominguero

mientras de fondo un triste Araujo

gritaba los goles de Manteca Martinez

en el suplementario del segundo tiempo

y el sol dibujaba sus últimas horas

sobre el anden de Belgrano R.



¡la puta! .. ¡qué recuerdos!

los 90 eran la gloria

el olimpo del garchismo

los amores sin curitas



me acuerdo

que en esa época

te ponías las pilas

(como nadie)



y hoy

no te puedo traer a mis días

ni con el tren línea Mitre

ni con una buena paja

sufro la agonía

del identikit de tus piernas

de tu olor a rascacielos

sufro la idea

de cruzarnos en la calle

como fantasmas del aliento

de mi saliva que murió

...invisibles



ya no recuerdo nada

sólo las horas muertas

cronometradas hasta el hartazgo

entre domingo y domingo










martes, 27 de octubre de 2009

MI CECILIA AMENABAR





un aforismo




un cuento




un poema




un pensamiento




mi mail para que me escriban las chicas


zetatini@gmail.com



martes, 13 de octubre de 2009

un sapo festivo






dale !
veni a cantarme el cumpleaños feliz y a darme un lindo abrazo


un sapo lleno de poesías para emocionarse
y de canciones para mover el esqueleto

prometo fiesta de la mano de los Mahatma Dandys !




salutes y nos vemos por ahí

viernes, 9 de octubre de 2009

el eco de todas las olas



(a todas ellas)









es fácil

tenes que saber sonreír sin cuestionártelo

sólo darle a la boca y su línea inesperada

una holgada mañana llena de celeste y melodía

buenas noticias para los ojos

que no saben hacer otra cosa más que mirar

es fácil

tenes que aprender a aprendernos

si no te gusta el cine lo podemos negociar

pero no pueden faltar

las noches en que se cae el cielo

y no queda más refugio que la piel

a horas de aquí

todo el eco de las olas

rompiendo en el acantilado

de los días que están por venir

innata luz amenazando este mundo

la oscuridad te devuelve todas las muecas

porque ya ves que no lo vemos

entonces nadie puede negar ni dar por hecho

aquello que está ahí esperando en silencio

que lo dejen pasar a jugar





lunes, 5 de octubre de 2009

preguntas que no me preocupa contestar





ella me dijo que hacía lindas canciones

¿acaso basta?

¿quién soy yo para enlazar mi alma con su firmeza?

¿alcanza para amarla? ¿para desearla locamente?

¿quién soy yo acaso para darme el lujo de la pirotecnia estomacal?

ella le dijo a su amiga que yo hacía lindas canciones



ahora sí merece todo mi amor

y mis glóbulos rojos dispares



ahora sí...






jueves, 17 de septiembre de 2009

la contundencia




resulta que era la historia de un tipo

que se jactaba de su matanza de galanes

a pura gambeta endemoniada

con la que las minitas

le regalaban la mirada y una vuelta por su cama

su sutil estrategia

de hacerse el sensato

el buen tipo

el sensible

el canchero

el difícil

el poronga

le daba changüi

handycap de matador

luego volaba del nido

con la boca sangrando

en pleno grito dionisiaco


lisa y llanamente

lo que en mi barrio llamamos

un hijo de puta


ojo

el tipo era un profesional del amague

te cagaba la vida

te dejaba tirada y llorando

como si hubieras sido violada

por una manada

de odio

de carbón

de mala tarde

con tu ilusión de príncipes azules

podía hacerse un buen papel picado

pero después desaparecía

sin dejar rastros ni huellas

se moría bien muertito

un houdini del amor

nada de segundas vueltas

de secuelas

el tipo no te jodia la vida

después del derrumbe

después del Chernobyl en tu bombacha

no era una serie de penales

era un gol de oro hecho y derecho


eso le admiraba al tipo este…

LA CONTUNDENCIA





viernes, 28 de agosto de 2009

soliloquios del sediento puñal





sos la sonrisa
del barco agitado
que se avecina

pero antes
debo recordar los golpes de la noche
y su ametralladora de fotos por segundo
debo pronosticar el terror en tu rostro
la tristeza infinita en cada hueco de tu cama
debo recordar al silencio como una gran avalancha
que transforma nuestras cuadras en años

todo esto es por mi
por lo poco que guardo de mi
en este cajón que llevo por cuerpo

dame unos meses de revancha
el aliento agitado
la resignación
y buscame donde me dejaste por última vez

yo no voy a estar
- te lo aseguro -
ya no más

quizás nos quede el consuelo
el calor
el bendito calor
el halo de la siesta
en nuestros restos derritiéndose

y ojalá que te vayas en el hipo de mi corazón



quizás me quede
el martes que te conocí impregnado en la piel
tus ojos grises que espero volver a ver
la certeza del corazón en una nueva esquina
cerca de mi barrio y de la urgencia

tan sólo tener que caminar hasta tu casa
el amor en la calle
una baldosa más




prometo darte lo mejor que tenga
cuando me tengas cerca














* * *





miércoles, 19 de agosto de 2009

sin título #4924

12 abril 2009. 5.15 am
algo que escribí y regalé en silencio
y hoy tengo en mis manos de nuevo..








no queda más
que el ladrido de la soledad
que mi piel y la tregua
que una noche entera
y su entero destino
de ser la comida entre los dientes

y sonreír sin parar
sonreír para el futuro
y todas sus catástrofes
sonreír para la foto que es la vida
aunque se vele el corazón
y su ring-raje de sueños

y sonreír...
sonreír sin parar

para el pasado también
para ponerle a los dolores un color
para pasar en limpio las derrotas
hacer una lista
de los dolores de cabeza
y de quienes todavía
rebotan en las paredes...

la vigilia es una sola
y no debe ser la compañera
del llanto en el baño
de la muerte en la cama

y sonreír!
... sonreír porque todavía podemos






jueves, 13 de agosto de 2009

un sapo de lujo




si, el martes que viene
18 de agosto, 21 hs


venite venite
que va a estar de lujo

porque leen amigos míos, queridos, talentosos y adorados
porque tocan amigos míos, queridos, talentosos y adorados
porque leo yo
...el más bastardo



venite venite
que sea tu lujo




jueves, 6 de agosto de 2009

levantarse temprano está bueno




LA MAS LINDA DEL MUNDO DE UN VIERNES A LA MAÑANA POR PALERMO










y no me acuerdo su nombre
pero si sus ojos azules
como 2 piletas climatizadas
para todo mi invierno





jueves, 23 de julio de 2009

fireworks and hurricanes




un paria del lenguaje . del roce de la piel en el ascensor . de las muecas del humor en el reflejo del azulejo de un baño anónimo . los olores y las formas . el palabrerío ensayado . las decisiones . las malas decisiones .

no sé si es asco . si es vergüenza . no sé si son ganas de meterme bajo la ducha hasta que el agua se lo lleve todo . arrugarme como un papel lleno de renglones de una vez . un mensaje en clave al futuro . una adivinanza a los ojos . noches insulsas . prepotentes . cuiden sus moretones . sus dolores . sus raspones que florecen . cuídense de las canciones de Elliott cuando llueve como nunca . cuídense los unos a los otros . que no hay más nada afuera . sólo un mundo lleno de vidas, amor y muerte . y nada más que el silencio de las cosas que aguardan en un cajón.

sería oportuno avistar la costa . las salidas de emergencia . saber dónde se guarda el paraguas . conocer el movimiento de las nubes . sería oportuno correr y no mirar atrás . salvar el pellejo y la dignidad . sería oportuno ser más oportuno que nunca . un salvataje a tiempo . un simulacro . las tragedias . el día a día . las oportunidades en su propio otoño .



no existen palabras para lo que quiero decir . no existen palabras para lo que siento cuando no hay más nada que sentir .





cuidense de ésta de él, viajando en el tren con los vidrios empañados.. y la lluvia y el devenir y lo que encapsulan en el aire las caras en silencio de los que viajan


lunes, 13 de julio de 2009

this will destroy you



se lee mejor con esto







me acuerdo.. a veces me acuerdo

una noche en un café cerca de casa . costaba hablar, las palabras se apretaban en el pecho . yo te dije que no podía parar de correr . vos me mirabas con tristeza . sabías que tarde o temprano te iba a dejar . lo sabías . yo también lo sabía . el techo de Urquiza estaba helado y muy abajo ese mes de octubre . cuántas noches dejándonos llevar . musicalizando el enchastre del cuerpo con canciones que no conocías . con canciones que hoy por hoy me recuerdan a vos . a vos conmigo en esa época. viajé kilómetros para sentirme mal, para sentirme bien . después vino la distancia y los viajes . Avenida de Mayo en pleno invierno . el café de Santa Fé frente a la oficina de ella . el suicidio practicado . el exilio . juro que a vos tampoco te olvido . juro que no voy a volver a equivocarme con tantas otras . lo aprendí . te lo digo a vos, a ella también . juro que el panorama se vuelve fácil y sencillo ahora que puedo deshilachar nuestros momentos . los errores cronometran la sonrisa que a veces me animo a aguantarte . me veo mal . enojado . callado y reflexivo . me veo como estoy . o como creo que me siento . a vos tampoco te olvido . de tu piel en el verano . de tu cuerpo infinito orbitándome . corridas en la estación, abrazos de novela . todo un día de diciembre pegados como siameses . y ella sufría (seguramente) no es fácil extirpar un corazón, disimular una caída . y yo que tengo el tupe de volver a golpearle la puerta . de ofrecerle un café, un momento en el silencio . como si fuera ayer el día que corrió hasta mi antes de que me trague el colectivo . como si fuera ayer los ojos vidriosos, la sonrisa intermitente . mi desenfreno constante . la certeza de saber que lo que estoy haciendo está mal.

me acuerdo.. a veces me acuerdo

como si fuera picardía del azar . caer en otra casa un viernes de soledad . ser un asesino serial y sediento . un sillón que queda chico . Pasolini en el televisor . las estrategias para comernos vivos . un mes que fueron viernes de desquite . un mes en el que también ella supo que la iba a dejar . “ojalá volvamos a vernos” . el hotelito sobre Suipacha . cada camino con cada cara nueva que me recuerdan colores viejos . todo esto podría ser una película . 3 años agitados en 1 hora y media . preferentemente en blanco y negro . con una voz en off que haga pie en el silencio y en cada decisión fallida que me trajo un nuevo rumbo . música instrumental . que sea post-rock . lento y en crescendo . una depresión optimista . un día de sol en el diluvio . que sean distorsiones que dialogan con guitarras arpegiadas en delay . baterías frenéticas y sincopadas en los momentos donde corro por la calle . o bien huyendo o bien tratando de llegar a tiempo . que yo sea el protagonista, el villano y la víctima . que mi historia no tenga pausas ni tiempos muertos . que no pienses que mientras te espero me estanco en un lugar . aprende que el tiempo es aquello que nos mueve y nos hace mejores . aprende que el tiempo me va a borrar algún día de tus días.

me acuerdo.. a veces me acuerdo

la primera vez que te vi . con tu sonrisa gigante que abrazaba . un día de submarinos y cuellos altos . el calendario en cuenta regresiva y los muertos que se levantan . los mails que abren heridas y verdades . la melancolía de las tardes en mi cocina . nuestras noches agitadas y efervescentes . la mudez . las carreras . la ciudad dormida y las nuevas poesías . todas con tu perfume . casi todas . euforia y emociones encontradas . el mar de noche . canciones a oscuras inundando la pieza . mis ganas de verte y de no dejarte ir . mis ganas de irme lejos para que valores mi presencia . mis ganas de resucitar caras que me abandonaron . caras que abandoné . caras que todavía no abandono . estoy aprendiendo a darme la oportunidad . entendeme . yo te entiendo . yo todavía te entiendo . hay que darle aire a lo que nos hace bien . basta de la inundación . del abismo accidental . basta de mareos . basta de problemas que se pueden evitar .

quiero que ella no me guarde rencor . que sepa que fui un tonto . un boludito de la luna . un apurado en el apuro . un ciego y necio del mambo . quiero que ella sepa que la quise como a nadie . quiera que ella sepa que me hubiera gustado conocerla en otro momento . libre de rollos y de deudas amorosas . con la cabeza en blanco . con el motor carburando . quiero que ella no me guarde rencor . quiero que tenga ganas de volver a verme como la última vez . quiero no volver a equivocarme . también quiero que ella entienda que la distancia fue lo que nos unió y lo que nos separó . guardo los días de playa en mi costado más soleado . guardo mis días valientes en su costado más mío . el mejor recuerdo . la luna roja.

esto se está escribiendo todo el tiempo. y todo el tiempo es ahora. no existe otro tiempo para lamentarnos lo que pudo haber sido. no existe otro tiempo para lo que queremos que sea.